Lo mismo de siempre

No dudo que Mario Zamora sea una persona de principios, valores y alguien limpio. Sin embargo, el gran problema y los millones de «peros y no» que la gente le pondrá y le dará, son a causa de los partidos que representa o los que lo representan. Ya están manchados con tinta imborrable y no inspiran confianza, es más de lo mismo, de presentar a un candidato que se vea fresco, proactivo, seguro y todo lo demás, pero no deja de ser el sirviente de los de arriba, de esos cerebros pensantes que han sabido elegir a los que van a gobernar, los ponen en el aparador para que la gente los conozca y, si al final de cuentas ganan, los que realmente toman el poder son los de siempre.

Mario Zamora se ve mal hablando de corrupción y de esas cosas con las que intenta persuadir a la sociedad, cuando precisamente la sociedad ya tiene etiquetados a los partidos que él representa, como lo que siempre han sido, corruptos, simuladores de buenos gobiernos, que solo se han servido del país, lejos de servirle y no van a cambiar.  

En sus ojos se ve la avaricia, lejos de mostrar interés por llevar a México a mejores lugares, lo que dicen ser es lo que no son, solo engañaron al pueblo públicamente para servirse de él a las sombras, transformando todo el sistema para robar libre y fluido, dándole migajas al pueblo y llenando sus cuentas y sus bolsillos con el dinero que, se suponía, tendría un México más desarrollado.

La población ya está cansada de los mismos trucos, de esos que los distinguen en sus campañas aburridas, que llevan la finalidad de poner en alerta a la población, diciendo quién es peor que quién.

El pueblo ya estaba cansado desde hace mucho tiempo, solamente que no podía expresarse debidamente, porque sus voces eran silenciadas o de plano no llegaban a ser escuchadas debidamente, gracias a que había un aparato de comunicaciones vendido a los regímenes corruptos, a los que doblegaban la opinión pública con profesionalismo, gracias a que el mexicano le daba toda la credibilidad a esos medios de comunicación y periodistas que hoy sólo se la pasan llorando, a ellos también les duele que ya no siga gobernando la corrupción, porque de ahí obtenían grandes tajadas de dinero.

Hoy vivimos un panorama distinto, al ciudadano ya no se le manipula con los mismos trucos y mañas del pasado, la sociedad mexicana ya necesita ser tratada como lo que son, seres pensantes, personas que eligen y exigen.

En este costal no podemos meter a la oposición ni a sus replicadores porque, sobre todo los replicadores, son personas con muchas contrariedades. Se muestran defensores de la derecha, su mentalidad y su forma de gobernar, pero no se dan o no quieren darse cuenta que han sido unos de los más afectados por las malas decisiones de los gobiernos anteriores, incluso aunque sus sueldos dependan de cualquiera de esos partidos.

En palabras más sencillas, defienden por defender, porque en estos tiempos quien defiende a cualquiera de esos partidos de derecha es: por ignorancia o porque tiene algún interés personal, no existe otra corriente lógica.

Es válido, pero la sociedad mexicana y los tiempos ya no les dan para seguir engañando, ya no encajan en la realidad del país, aunque intenten mostrar una imagen fresca, con experiencia que necesita el país, con soluciones rápidas y eficaces y candidatos con mucha seguridad; ya no engañan a nadie, sólo a ellos mismos, los mexicanos sabemos que eso ya es pura pantalla, pura apariencia y pura hipocresía de su parte, porque terminan sirviendo a los mismos corruptos de siempre.

Escrito por: Iban Angulo Leyva.

Publicado por Iban Angulo

Analista político, escritor, amante de la geopolítica, la historia de México y el mundo, economía y finanzas. Sinaloense 100%, con sangre ahomense y angosturense. Fanático de la literatura, las ciencias y las artes.

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